Para Ricardo estudiar gastronomía en el Perú, fue de mucho beneficio. Cuando le tocó estar fuera del Perú, supo aprender y enseñar lo rico que se come y se cocina en nuestro país. Es por eso que cada vez que llega a Lima siempre le cocina, a su tía, un buen ceviche o un rico Anticucho Con Corazón.

Ricardo Cabrera Álvarez, chef de profesión, es uno de tantos peruanos que buscaron en otro país una vida y un futuro llevando como único recurso bajo el brazo saber cocinar. Desde que subió al avión con destino a España en el 2003 sabía que el reto no era fácil y si quería tener una posición y ganar un espacio en un país desconocido tenía que luchar.

“Mi madre tuvo que luchar muy fuerte en España para que mi hermano y yo pudiéramos viajar y estar a su lado. Ella trabajo en múltiples trabajos para juntar dinero para ayudarme con mis estudios, ganar la residencia y conseguirnos la visa”, comenta Ricardo.

Después de diez años y con mucho esfuerzo, en el 2003, su madre consiguió el dinero y los pasajes para que Ricardo y Daniel (su hermano) fueran a su encuentro. Ricardo, que ya había tenidos sus pequeños roces en la cocina en Lima y Trujillo, vio el viaje una oportunidad para probar su habilidad en las Islas Canarias. Pero así de fácil no fue.

“Tuve la suerte de caer en una Isla turística, eso a todo cocinero le cae bien. Es ahí donde empieza mi aventura en cocinas de hoteles. Pero adaptarse a otra cultura no es fácil, porque encuentras otros sabores, otras carnes. Con mucho esfuerzo pude acoplarme a la cocina de otro país y aprendí nuevas técnicas culinarias”, asegura Ricardo, que hoy lleva ya 16 años cocinando.

Su inscripción en Anticucho Con Corazón fue de pura casualidad. Ricardo tenía otros proyectos en mente cuando vio el anuncio donde Gastón Acurio estaba en la búsqueda de cocineros que no necesariamente sepan preparar anticucho.  Pero una llamada le cambió los planes.

“No esperaba la llamada, me agarró frío, pero me sentí contento porque se habían interesado en mí. La producción de Anticucho Con Corazón me pidió que cocine anticuchos, acepté e hice las compras y cocine para ellos. Parece que a Diego y Roberto les gustó la sazón que le puse al anticucho que les preparé”, afirma.

La seguridad que tiene para innovación y combinar sabores fue lo que llevó a Diego Alcántara y Roberto Grau a seleccionarlo para que sea uno de los ocho finalistas de Anticucho Con Corazón: “Cuando me dieron el palito anticuchero (símbolo del programa) sentí mucha alegría y satisfacción. Siento que es el primer paso para seguir avanzando en el programa”, comenta Ricardo.

¿Crees que Ricardo seguirá impresionando al jurado de Anticucho Con Corazón? No te pierdas el siguiente capítulo el domingo a las 8:00 p.m. por Plus TV. ¡No te lo pierdas!