José Tantaruna Fernández nunca imaginó preparar ceviche en la calle y mucho menos participar en un concurso de la talla de Ceviche Con Sentimiento. Hoy con 53 años y con la humildad que lo caracteriza, mira hacia atrás y entiende que tomar la posta del negocio de su esposa fue una de las pruebas más difíciles en su vida. Ella se ausentó dos años obligada por su mal estado de salud. Era orden del médico y no había marcha atrás.
En la cuadra 8 de la Av. Iquitos, José tuvo que enfrentar por primera vez a los comensales que estaban acostumbrados a la sazón y atención de su esposa. Los primeros meses fueron de puro nervio, ya que nunca había preparado ceviche y mucho menos atendido al público. Ese miedo y temor, con el pasar de los días, se convirtieron en confianza y lealtad de parte de la gente que degustaba de su ceviche.
Es así, que gracias a sus fieles comensales, José llegó a conocer a Roberto Grau y Diego Alcantara. Ellos de manera infiltrada, con toda la producción de Plus Tv, le propusieron participar en el concurso Ceviche Con Sentimiento, ya que habían recibido buenas referencias sobre su forma de trabajar el potaje marino. Desde que aceptó, la vida de José Tantaruna Fernández tuvo un cambio radical.
La humildad que aún conserva, lo hizo mantenerse y afrontar todos los retos del programa. Pero humildad no significa no tener ambición, eso José lo sabe. A pesar de que era callado nunca escondió sus deseos de aprender y demostrarle al jurado su capacidad para manejar una barra cevichera. “No hablo mucho. Siempre pensé que en cada reto me iba a ir bien, voy despacio y seguro. Si voy a aprender, tengo que hacerlo con deseo y con mucha fuerza” asegura José.
Hoy, tras haber quedado entre los tres mejores del programa Ceviche Con Sentimiento, le sigue demostrando a la gente sus deseos de seguir creciendo como cevichero y empresario. Está a punto de abrir su segundo local y eso no le hace quitar los pies del suelo.